Los perros de asistencia

Un perro guía es un animal entrenado de manera específica para ayudar a una persona con falta de visibilidad, mejorando su autonomía, seguridad y movilidad. Estos perros están entrenados para detectar objetos estáticos o en movimiento y poder esquivarlos, da igual si están a nivel del suelo o en altura. Estos perros alertarán a su dueño si se van a golpear con un bordillo, si hay escaleras o diferencias de nivel en la superficie por la que estén caminando. Va a buscar puertas para acceder a otras estancias, estará alerta sobre situaciones comprometidas y hasta va a buscar asientos libres en un transporte público. 

Actualmente a este tipo de perros no se les llama perros guía sino que se les denomina con el término “perro de asistencia”, este nombre hace alusión a los perros que son entrenados para cuidar a personas con visibilidad o autonomía reducida, para apoyarlas en su día a día y facilitando posibles crisis que puedan aparecer en el transcurso de los días. Este tipo de perros no deben confundirse con los de terapia ya que son funciones diferentes, aunque ambas disciplinas sean reconocidas, necesarias y admiradas.

¿Cómo es un perro guía?

Los perros de asistencia deben ser animales muy sociables, con gran capacidad para tratar con personas, mostrar un comportamiento ejemplar en todo tipo de entornos sociales y en situaciones con otras personas y animales. Cualquier rasgo de agresividad puede anular a un perro de asistencia. El animal tiene que tener ganas de trabajar con su dueño, voluntad, capacidad de concentración y mucha sensibilidad con ruidos que puedan ayudarle a alertar a su dueño para ayudarle a evitar posibles dificultades. Un perro de asistencia debe ser un perro que disfrute guiando a su dueño.

La labor que realizan estos animales es digna de admiración y fundamental para una persona que necesita a un compañero fiel a su lado que le sirva de apoyo y refuerzo para su autonomía personal.